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Saboteadores con Sombreros de Santa: Cómo Evitar que el Estrés Robe tu Espíritu Navideño.



Se supone que es “la época más maravillosa del año”, pero a veces no se siente así, ¿verdad? Tal vez te hayas encontrado discutiendo con tus seres queridos por algo pequeño o sintiendo una punzada de nostalgia cuando una canción navideña te trae recuerdos de tiempos más simples y felices.

O quizás el estrés haya invitado a sus cómplices traviesos: tus saboteadores internos, nada menos que vestidos con sombreros de Santa. Podrían aparecer como el Perfeccionista, insistiendo en que cada regalo, comida o decoración debe ser perfecta. O el Controlador, decidido a controlar cada detalle para que la temporada sea exactamente como debería ser.

¿La ironía? Estos saboteadores, aunque nacen de buenas intenciones, a menudo roban la alegría y la conexión que estás tratando de crear.


Reconociendo a los Saboteadores

Los saboteadores prosperan en el estrés inconsciente. Susurran: “Si no lo haces perfecto, has fracasado” o “Tenés que hacerlo todo vos mismo”. Y al escuchar esos pensamientos, te podés encontrar atrapado en un ciclo de exceso de trabajo, sobrepensando y controlando demasiado, perdiendo de vista lo que realmente importa.

Esos patrones no sos vos: son reacciones condicionadas. ¿La forma de desarmarlos? Ser consciente y actuar con intención.

Estableciendo una Intención para la Temporada

En lugar de dejar que el estrés o los saboteadores tomen el control, preguntate: ¿Cómo quiero que se sienta esta temporada navideña?

La intención trae claridad y calma. Te recuerda que es mejor elegir la conexión antes que el control, la presencia antes que la perfección. Tal vez querés sentir más tranquilidad, más alegría o más espacio para honrar los recuerdos de tus seres queridos. Cualquiera que sea tu intención, dejala ser tu guía.

Cuando el estrés surja, hace una pausa y reconectate con esta pregunta. Las respuestas suelen cortar el ruido de los “debería” y te devuelven a lo que es real.


Dejando Ir el Control

Aquí está la paradoja de las fiestas: cuanto más intentas controlar, más distante se siente la alegría. Dejar ir no significa dejar de lado tus responsabilidades, sino confiar en la belleza de la imperfección y permitir que la temporada se desarrolle de manera natural.

Probá esta práctica cuando el Controlador tome el mando:

  • Respirá profundamente y aflojá tu agarre sobre la tarea.

  • Preguntate: ¿Qué es lo peor que podría pasar si esto no sale como estaba planeado?

  • Redirigí tu energía hacia algo significativo: un momento de conexión, una risa o una pausa tranquila.

Este suave acto de soltar hace espacio para los momentos que realmente importan.


Abrazando la Temporada Tal Como Es

Las fiestas pueden ser agridulces, especialmente cuando los recuerdos de seres queridos que ya no están con nosotros salen a la superficie. En lugar de rechazar esos sentimientos, invitarlos a ser parte de la celebración. Encendé una vela, contá sus historias o dejá que una tradición querida los mantenga presentes.

La temporada no tiene que ser perfecta para ser significativa. Su magia está en el desorden: las galletitaso papas quemadas, las risas espontáneas e incluso los momentos tranquilos de reflexión.


Estas Fiestas, Dejemos que la Intención Guíe

No dejes que los saboteadores te roben el espíritu navideño. En su lugar, guiáte por la intención. Preguntate qué querés sentir, solta lo que no podés controlar y dejá que la alegría surja, no de la perfección, sino de la presencia.

Cada vez que el estrés se infiltre, hace una pausa, respirá y recordá: La temporada no necesita ser controlada, necesita ser vivida.

Este año, elegí la conexión, la simplicidad y el significado. Lo demás se encargará de sí mismo.

 
 
 

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